http://www.eralcala.blogspot.com/

jueves, 2 de junio de 2011

Templo de la Sagrada Familia de Gaudí

Tienes varios enlaces para contestar a las preguntas del folio:

http://especiales.lainformacion.com/panoramicas/sagrada-familia-gaudi/




http://www.plataformaarquitectura.cl/2011/05/03/clasicos-de-arquitectura-sagrada-familia-antoni-gaudi/

miércoles, 1 de junio de 2011

ADOLESCENTES trabajo 2 ESO 17 junio

LEE Y CONTESTA A LAS PREGUNTAS EN LETRAS MAYÚSCULAS:
1. ¿ESTÁS DE ACUERDO CON LO QUE SE DICE AQUÍ?

El adolescente vive una difícil "postura existencial". Ello puede ayudar a comprender las "inestabilidades" y "vaivenes" emocionales a los que se ve sometido y que suele expresar en su conducta.

El adolescente suele tener una afectividad muy rica pero inestable; extremista en sus estados de ánimo (grandes alegrías y grandes tristezas) como si también en esto -como ocurre en el mundo intelectual- "quisiera probar de todo" y "a tope".


En efecto, vive todo de forma comprometida: se mete hasta el fondo. Es capaz de grandes depresiones o entusiasmos "irreflexivos". "Son capaces de lo mejor y de lo peor"...


A veces, se muestran irreflexivos, se angustian, o les entra el pánico y "salen con bobadas" de lo más pueriles.
Por eso, su conducta resulta "rara" y muchas veces "desconcertante". Podemos plantearnos el "porqué" de todo esto:

I. Ya hemos visto que gran parte de los cambios que se dan en el adolescente (los cambios corporales y sociales) tienen un denominador común en cuanto a consecuencias: les provoca angustia.

La angustia es uno de los fenómenos más frecuentes en el adolescente. Esta angustia a veces se expresa en forma de miedos, o de sentimientos de extrañeza, o en "nostalgias" (el adolescente que durante la noche se imagina que "sus padres no son sus padres", "que se mueren y él se queda solo"... etc.).

Otras veces se elabora en forma de rebeldía, de "depresiones", de soledad... etc.

2. ¿EXAGERA ESTE TEXTO EN CUANTO A LA INSEGURIDAD, LA INTROVERSIÓN O REALMENTE OCURRE ASÍ?
II. Junto a la angustia, e inseparable de ella, surge la inseguridad. El adolescente se nota incierto ante sí y ante lo que le rodea, por eso es ambivalente frente a la mayoría de las cosas.


III. La inseguridad y la angustia, unidas a su capacidad de conceptualización, conducen al adolescente a un "meterse en sí mismo". Se vuelve introvertido y se plantea una serie de cuestiones acerca de él mismo: ¿Quién soy yo?, ¿qué quiero?, ¿adónde voy?. No le resulta fácil contestarse: no se comprende a sí mismo y por eso piensa que los demás tampoco le comprenden. Esto le desanima, duda de sí, se siente inseguro... y todo ello contribuye a que se aísle (se "encierra en su habitación"... etc.).

3. ¿SER ARROGANTE Y AGRESIVO ES UNA SOLUCIÓN O ES PREFERIBLE EVITAR ESTA CONDUCTA?
Esto no quita para que, frente a los demás, "mantenga el tipo" y se muestre fuerte, arrogante, incluso agresivo. Dará "contestaciones" a todo, expresará "convicciones" firmísimas... se convertirá en el prototipo de la edad difícil.


No hay que olvidar que esta manera de comportarse, excéntrica y rara, obedece a dos necesidades:

a) La de autoafirmarse y "sentirse alguien" en medio de su caos y angustia.

b) La de poner a prueba a los adultos.

IV. Esta situación afectiva incómoda del adolescente justifica -al vivir tan centrado en sí mismo- la aparición en esta fase de la vida de numerosos mecanismos de defensa a los que tiene acceso por su recién adquirida capacidad de conceptualización.

Los mecanismos de defensa más frecuentes utilizados por el adolescente y que explican alguna de las conductas que observamos en ellos, son:

- La fantasía (el "soñar despierto" imaginándose grandes, queridos, admirados...).

- La sublimación (eleva el móvil de sus acciones al no saber cómo enfrentarse con situaciones concretas y al alcance de sus manos: Es esta la época de las "vocaciones misioneras", del amor a la humanidad, del pensar en un mundo limpio y justo, de los "idealismos"...).

- La intelectualización (el "tener una razón" y "perderse en divagaciones y explicaciones" para todo).

- El ascetismo (el deseo de "poder" al cuerpo y así sentirse "controladores" de lo que les desconcierta). El deporte, la naturaleza, etc., cobran un nuevo sentido "finalista" a esta edad, ya no se practica sólo "por pasarlo bien".



Por Carmen Gómez



miércoles, 18 de mayo de 2011

EL TRABAJO

JUAN PABLO II escribió un documento sobre el trabajo, llamado Laborem exercens. Veamos algunas de sus palabras. Contesta en tu blog:




¿El trabajo es un derecho de todos los seres humanos? ¿Estás de acuerdo con que el trabajo es un bien para todos y el paro es un mal? ¿Lo que dice Juan Pablo II en este texto sirve para todos, sean cristianos o no? Explica y razona tus respuestas.



¿Es un trabajo el que no está remunerado como el de un ama de casa o un voluntario? ¿Se te ocurre algún otro trabajo por el que no se cobre?






¿Estudiar se puede considerar un trabajo en tu caso?



La intención fundamental y primordial de Dios respecto del hombre, que Él «creó... a su semejanza, a su imagen»,15 no ha sido revocada ni anulada ni siquiera cuando el hombre, después de haber roto la alianza original con Dios, oyó las palabras: «Con el sudor de tu rostro comerás el pan»,16 Estas palabras se refieren a la fatiga a veces pesada, que desde entonces acompaña al trabajo humano; pero no cambian el hecho de que éste es el camino por el que el hombre realiza el «dominio», que le es propio sobre el mundo visible «sometiendo» la tierra.



Esta fatiga es un hecho universalmente conocido, porque es universalmente experimentado.



Lo saben los hombres del trabajo manual, realizado a veces en condiciones excepcionalmente pesadas. La saben no sólo los agricultores, que consumen largas jornadas en cultivar la tierra, la cual a veces «produce abrojos y espinas»,17 sino también los mineros en las minas o en las canteras de piedra, los siderúrgicos junto a sus altos hornos, los hombres que trabajan en obras de albañilería y en el sector de la construcción con frecuente peligro de vida o de invalidez. Lo saben a su vez, los hombres vinculados a la mesa de trabajo intelectual; lo saben los científicos; lo saben los hombres sobre quienes pesa la gran responsabilidad de decisiones destinadas a tener una vasta repercusión social. Lo saben los médicos y los enfermeros, que velan día y noche junto a los enfermos. Lo saben las mujeres, que a veces sin un adecuado reconocimiento por parte de la sociedad y de sus mismos familiares, soportan cada día la fatiga y la responsabilidad de la casa y de la educación de los hijos. Lo saben todos los hombres del trabajo y, puesto que es verdad que el trabajo es una vocación universal, lo saben todos los hombres.



No obstante, con toda esta fatiga —y quizás, en un cierto sentido, debido a ella— el trabajo es un bien del hombre. Si este bien comporta el signo de un «bonum arduum», según la terminología de Santo Tomás;18 esto no quita que, en cuanto tal, sea un bien del hombre. Y es no sólo un bien «útil» o «para disfrutar», sino un bien «digno», es decir, que corresponde a la dignidad del hombre, un bien que expresa esta dignidad y la aumenta. Queriendo precisar mejor el significado ético del trabajo, se debe tener presente ante todo esta verdad. El trabajo es un bien del hombre —es un bien de su humanidad—, porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en un cierto sentido «se hace más hombre».

martes, 17 de mayo de 2011

Jesús de Nazareth

Esta entrada está dedicada a los alumnos que dicen que Dios tiene que mostrarse con poder, fuerza, claridad y arreglar el mundo. El caso es que Dios hace las cosas como le parece y no como algunos opinan que debería hacerlas.

pg. 320. "Al final, sin embargo, permanece siempre en todos nosotros la pregunta que Judas Tadeo le hizo a Jesús en el Cenáculo: "Señor, ¿qué ha sucedido para que te muestres a nosotros y no al mundo?". Sí, ¿por qué no les has demostrado con el vigor irrefutable que tú eres el Viviente, el Señor de la vida y de la muerte? ¿Por qué te has manifestado sólo a un pequeño grupo de discípulos, de cuyo testimonio tenemos ahora que fiarnos?
PEro esa pregunta no se limita solamente a la resurrección, sino a todo ese modo en que Dios se revela al mundo. ¿ Por qué sólo a Abraham? ¿Por qué no a los poderosos del mundo? ¿Por qué sólo a Israel  y no de manera inapelable a todos los pueblos de la tierra?
Es propio del misterio de Dios actuar de manera discreta. Sólo poco a poco va construyendo su historia en la gran historia de la humanidad.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Sintiendo la común responsabilidad por la creación (cf. n. 51), la Iglesia no sólo está comprometida en la promoción de la defensa de la tierra, del agua y del aire, dados por el Creador a todos; sobre todo se empeña por proteger al hombre de la destrucción de sí mismo. De hecho, "cuando se respeta la "ecología humana" en la sociedad, también la ecología ambiental se beneficia" (ib.). ¿No es verdad que la utilización desconsiderada de la creación comienza donde Dios es marginado o incluso se niega su existencia? Si falla la relación de la criatura humana con el Creador, la materia queda reducida a posesión egoísta, el hombre se convierte en la "última instancia", y el objetivo de la existencia se reduce a una carrera afanosa para poseer lo más posible.




Así pues, la creación, materia estructurada de modo inteligente por Dios, está encomendada a la responsabilidad del hombre, que es capaz de interpretarla y de remodelarla activamente, sin considerarse su dueño absoluto. El hombre está llamado a ejercer un gobierno responsable para conservarla, hacerla productiva y cultivarla, encontrando los recursos necesarios para que todos vivan dignamente.

Benedicto XVI y la naturaleza

¡cómo no dar gracias a Dios por el don precioso de la creación, que podemos disfrutar no sólo durante el período de vacaciones! Los diferentes fenómenos de degradación ambiental y las calamidades naturales, que por desgracia registran con frecuencia las crónicas, nos recuerdan la urgencia del respeto debido a la naturaleza, recuperando y valorando, en la vida de todos los días, una correcta relación con el ambiente. Se está desarrollando una nueva sensibilidad por estos temas, que suscitan la justa preocupación de las autoridades y de la opinión pública, expresada en la multiplicación de encuentros también a nivel internacional.




La tierra es un don precioso del Creador, que ha diseñado su orden intrínseco, dándonos así las señales orientadoras a las que debemos atenernos como administradores de su creación. Precisamente a partir de esta conciencia, la Iglesia considera las cuestiones vinculadas al ambiente y a su salvaguardia como íntimamente relacionadas con el tema del desarrollo humano integral. A estas cuestiones me he referido varias veces en mi última encíclica, Caritas in veritate, recordando la "la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad" (n. 49) no sólo en las relaciones entre los países, sino también entre las personas, pues Dios ha dado a todos el ambiente natural, y su uso implica una responsabilidad personal con respecto a toda la humanidad, y de modo especial con respecto a los pobres y las generaciones futuras (cf. n. 48).

lunes, 9 de mayo de 2011

ECOLOGIA

AQUÍ ESTA EL FUNDAMENTO DE PORQUÉ A LOS CRISTIANOS TAMBIÉN NOS INTERESA CUIDAR LA NATURALEZA:SON PALABRAS DE JUAN PABLO II, BEATO.








La criatura humana recibe una misión de gobierno sobre la creación para hacer brillar todas sus potencialidades.
 Es una delegación que el Rey divino le atribuye en los orígenes mismos de la creación, cuando el hombre y la mujer, que son "imagen de Dios" (Gn 1, 27), reciben la orden de ser fecundos, multiplicarse, llenar la tierra, someterla y dominar los peces del mar, las aves del cielo y todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra (cf. Gn 1, 28).
San Gregorio de Nisa, uno de lo tres grandes Padres capadocios, comentaba: "Dios creó al hombre de modo tal que pudiera desempeñar su función de rey de la tierra (...).
El hombre fue creado a imagen de Aquel que gobierna el universo. Todo demuestra que, desde el principio, su naturaleza está marcada por la realeza (...). Él es la imagen viva que participa con su dignidad en la perfección del modelo divino" (De hominis opificio, 4: PG 44, 136).

jueves, 5 de mayo de 2011

Trabajo para 2 ESO aquí y más abajo

2 ESO jueves 5 de Mayo: contesta con tus palabras, elaborando frases, sin cortar y pegar de los textos de este blog.
¿Qué valores y virtudes tienen los deportistas que aparecen más abajo, Eider y Ajram? ¿cuáles con las que más te gustan? ¿te parece fácil lo que hacen? ¿y divertido? ¿te gustaría ganarte así la vida?

NO es fácil agotar la enumeración de las bondades del deporte. Promueve la salud del cuerpo y, con ella, contribuye a la del alma. Es fuente de sacrificio. «Ascesis» era la palabra con la que los griegos designaban el arduo entrenamiento al que los deportistas sometían sus vidas. El deporte es competencia y superación, reto y meta, metáfora de la vida humana.




Aristóteles adoptó el símil del arquero como divisa vital. Seamos con nuestras vidas como arqueros que tienen un blanco, y vivamos conforme a lo que de inmortal hay en nosotros. El deporte es también escuela de caballerosidad: sobriedad y magnanimidad en la victoria; sobriedad y resignación en la derrota. Todo gesto excesivo es antideportivo. Saber ganar es faena más difícil que saber perder. Por eso suele ser más fácil apreciar la dignidad en el gesto del derrotado que en la hosca alegría del vencedor. Grecia, madre y maestra de Europa, fue deportiva. Estos días lo rememoramos, acaso con demasía. Las universidades inglesas hicieron del deporte y del estudio de los clásicos griegos el centro de la educación superior. No hay educación sin deporte. La Gimnasia no es enemiga ni del Latín ni de la Religión. La persona es unidad de cuerpo y espíritu. Tal vez, entre otras, por estas razones afirmó Ortega y Gasset que, en su tiempo, había que aprender de los futbolistas la Ética: la vida como ascesis, como esfuerzo puro, superfluo y lujoso.
http://www.gentedigital.es/blogs/anderiza/